Estudiar requiere un poco de esfuerzo, continuidad y memorización; Todos podemos y estamos aptos para el estudio.
En la Masonería, el estudio es el trabajo del Compañero; el Aprendiz, en realidad, no estudia, solo observa; luego, aplica lo que observó al estudio, que es la aplicación de su conocimiento incipiente, para enriquecerlo.
Habiendo alcanzado la Maestría, el masón profundiza su estudio para descubrir lo que está oculto, para actualizarse y volverse sabio.
La sabiduría no es una "torre de marfil" de difícil acceso; el saber o conocimiento significa conocer, en cierto punto, la doctrina masónica. Así, el masón puede ser un erudito o sabio en cuanto a un solo aspecto científico o filosófico.
Se debe instruir al masón para que comprenda, y solo alcanzará la meta deseada a través del estudio, que requiere constancia, dedicación y, sobre todo, fuerza de voluntad.
Lo más triste de una Logia es ver la mediocridad de sus miembros, que no le dan al estudio la importancia necesaria.
Estudiar lleva al aprendizaje, y esto a la realización.
Breviário Maçônico / Rizzardo da Camino, - 6. Ed. – São Paulo. Madras, 2014, p. 158.
0 Comentarios