REFLEXIÓN DEL DÍA
El progreso es una necesidad que requiere el ejercicio de nuestras habilidades, el control de nuestros nervios, el equilibrio de nuestras emociones y una mente abierta al avance irreversible de la ciencia en todas sus formas.
Este avance, fruto de la inteligencia que la Bondad Divina permite al ser humano, nos convierte en personas nuevas para el mañana, cuando seremos más perfeccionados, más sabios y mejor preparados para estar a la altura de las expectativas del Creador en cuanto al resultado de nuestra misión terrena.
No creemos en quimeras y en ilusiones que no construyen nada y solo provocan decepciones y fracasos. Creemos en nuestra fuerza interior, en la energía y fuerza de voluntad que tenemos.
No maldecimos problemas, luchas, dificultades o necesidades. Al contrario, demos gracias a Dios, como la planta agradece al sol y mira hacia el cielo, mentalizando fuerzas superiores para nuestro beneficio.
Nos alentamos y capacitamos por dentro y por fuera, fundamentados en la firmeza de nuestra fe, en la perseverancia de nuestro trabajo, lo que reforzará nuestra determinación de progresar siempre y en todos los sentidos.
Mentalicemos, este Domingo, la firme convicción de que es hoy cuando comenzamos a dar los pasos del mañana, en la certeza de alcanzar nuestras metas y la realización de nuestros sueños. ¡Y podemos hacerlo!
¡Un abrazo para todos!
0 Comentarios
Dejar tus comentarios aqui: