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“Sol Sistere” o el Llamado a Actuar


Un ciclo más, deseando haya sido, no circular sino espiral ascendente, volvemos a darnos encuentro alrededor de esta mesa. En este sacro espacio que entre todos, presentes y ausentes conformamos, sacro en tanto que es digno de veneración y respeto, con la inquebrantable intención de rendir merecido homenaje a este deambular por nuestro particular Valle de Josafat, al cual ya encontrábamos referencias en el Berne de 1740 y que el hacha positivista del XIX acabó por eliminar de nuestros catecismos, desgraciadamente cabe destacar, dado su alto valor simbólico , atravesando la oscuridad guiados por esa, distante aún, Luz emplazada en la cima de la montaña que lo corona, concluyendo, toda vez que reiniciando, nuestro personal ciclo unos peldaños más arriba, es de desear, en nuestra escalada, nuestra aproximación a ese Ideal de Perfección.

Un año más, presenciamos y celebramos la unión de Juno y Júpiter en uno de los momentos álgidos de nuestro Astro Rey (el otro es el solsticio de invierno, el cual tiene lugar en el otro hemisferio del planeta), así como el momento en el que las “puertas” al mundo de los dioses, vigiladas por Jano, están más abiertas, facilitando el acercamiento a nuestro particular asintótico ideal de perfección. La noche más corta del año, el triunfo de la Luz sobre la Oscuridad; uno de los máximos exponentes de la dualidad, de ese damero cuyo blanco resplandece hoy más que nunca, iluminado por la Luz de nuestros actos, resaltando de igual modo, que aunque antitético no es por ello menos necesario, el negro de nuestro particular mosaico (representado en ese día más corto que nuestros QQ.·.HH.·. del otro hemisferio conmemoran hoy), realzando la Humildad necesaria para la absorción de todo el espectro lumínico, piedra basal y pilar de la Catedral del Conocimiento.

Jano bifronte en la tradición pagana, San Juan Bautista, también llamado el Precursor, y una de las dos caras del asimilado Jano de cara a la conversión al cristianismo, se hacen presentes hoy más que nunca, del mismo modo que rememoramos cada ciclo la génesis de nuestra Augusta Orden, la organización de la Masonería Especulativa, tal y como la conocemos hoy, aquél 24 de junio de 1717. 

Una noche corta ésta, en la que además tres elementos fundamentales se revelan protagonistas, como lo son la fertilidad, el agua, y el fuego. Elemento de Génesis la fertilidad, una de las acepciones de la letra G, y como tal sintético y necesariamente sincrético, en el que no abundaré, dado que daría lugar a interminables trazados, y dos elementos de purificación, siendo el agua esa purificación pasiva, “precursora” del cambio, en el cristianismo a través de ese rito de iniciación popularmente conocido como bautismo, del nacimiento que está por venir, y el fuego, ese elemento de purificación activa, ese sacro espíritu que a todos en mayor o menor medida, nos inunda y que de manera inevitable nos conduce a la acción. Un actuar que nos define más allá del propio verbo, haciéndonos al mismo tiempo eternos Prometeo, llevando Luz allende la Oscuridad que inunda la existencia en sí misma, siendo caldo de cultivo para todos esos enemigos que un día libremente juramos combatir, como son la ignorancia, el fanatismo, la avaricia…esos asesinos del que ninguno de nosotros nos encontramos a salvo, pero contra los que contamos con herramientas suficientes. Herramientas que, ayudados de nuestra particular e individual piedra cúbica en punta, no debemos permitir se oxiden en la caja del olvido, cubriéndose del oxido que la vanitas y el inmovilismo, expresión del integrismo representan, inutilizándolas y transmutándolas más en un elemento puramente decorativo con cierto glamour, o incluso elementos de muerte y destrucción, que en ese elenco de útiles de construcción.

Herramientas necesarias en estos tiempos que estamos permitiendo sean vividos, tiempos oscuros, quizás de los más oscuros que las generaciones aquí representadas por cada uno de nosotros, estamos viviendo. Una oscuridad, no representada por el negro del pavimento mosaico o por aquella otra rota por la llama de la luz, sino aquella oscurantista al más puro estilo de la Alta Edad Media, donde superstición asesinaba al conocimiento, donde división desangraba incipientes Países…esa misma oscuridad que en el pasado siglo, nos condujo a guerras fraticidas, a guerras contra el diferente, a movimientos extremistas e integristas cuyo único propósito era dividir a los muchos para beneficiar a los pocos, donde la consideración del otro como si de nosotros mismos se tratara, el archiconocido toda vez que vilipendiado y nunca bien entendido Respeto, sucumbía a las hordas de la ignorancia, el fanatismo y la avaricia. Donde la falsa y la farsa de un sistema que nos incita a creernos dueños de nuestro destino como conjunto, sometiendo al individuo a esa dictadura de una mayoría no preparada y orgullosa de su propia bestialidad ignorante, por esos mismos que convenientemente avivan desde sus trincheras la división, y nuevamente la ignorancia, la infamia, priman sobre el único anticuerpo efectivo contra la pandemia que nos azota, y que no es otra que la Formación. Pero no una formación encarada a engrandecer el fatídico ignorante ego, sino una formación al servicio del conjunto, que nos colme de herramientas y medios con el propósito de dotarnos de pensamiento crítico, pero más importante aún, que nos haga despertar a un nuevo paradigma de sociedad, en la que prime la unidad y la cooperación sobre la competitividad y la división al precio que sea. Donde la Igualdad, la Libertad y la Fraternidad sean los pilares fundacionales de un nuevo sistema organizativo a todos los niveles, y donde el único integrismo que se haga presente sea el representado por el sistema de referencia inercial cuyo origen no sea otro que el Respeto.

Del mismo modo que el solsticio de invierno nos invita a la introspección, a una aparente hibernación, el solsticio de verano nos invita a llevar más allá de las CCol.·. del Templo del cual cada uno somos parte, siendo al mismo tiempo un Templo por nosotros mismos, todo aquello de lo que en nuestro camino cíclico-espiral ascendente en lento pero certero ascenso a la montaña que culmina nuestro Valle de Josafat, donde es nuestra conciencia juez inefable de nuestros actos, nos hemos ido proveyendo, actuando al mismo tiempo de lucero, de manantial, de corriente de agua igualmente, de providencia, para una sociedad, que en la era de la información y la comunicación, se encuentra más perdida de lo que jamás estuvo, mas desinformada y más manipulada de lo que estuvo nunca. Una peligrosa travesía donde, como bien demuestra la Historia, nuestra nave está destinada al naufragio en las turbias aguas del fanatismo, en el oscuro abismo de la ignorancia y que tan peligrosamente está resurgiendo de aquella mazmorra donde se escondía y a la que olvidaron echar la llave y tirarla.

Es nuestro deber, autoimpuesto a través de los juramentos que todos los presentes y ausentes hemos ido prestando, adquiriendo libremente ineludible compromiso, renovar nuestro papel de Prometeo; llevar ese fuego, esa purificación activa, ese conocimiento más allá de las puertas de nuestro Tall.·., fundamentándonos en el Respeto, trascendiendo espurias divisiones, siempre desde la observancia de los procederes estipulados en las CConst.·. de Anderson, pero arriesgándonos más allá de la logia cerrada. Es ahí, donde ponemos a prueba nuestra naturaleza, nuestra evolución y crecimiento, nuestro deseable abandono de lo mundano y aproximación a lo divino, nuestro blanco y nuestro negro, nuestra luz y nuestra oscuridad.

Es desde estas líneas que os invito QQ.·.HH.·. al actuar, a la lucha contra los grandes enemigos que nos azotan y que están ganando batalla tras batalla, victoria de la que nos hacemos cómplices ya que tan culpable es quien comete la infamia como quien no actúa para evitarla.

Es desde estas líneas que os invito mis QQ.·.HH.·. a transmutar en ese “sol sistere”; quietud dinámica al mismo tiempo, extroversión que de la luz que adquirimos se espera iluminemos con nuestra acción y vencer a la oscuridad que nubla el horizonte del camino de una humanidad, cada día menos esclarecida y más sumergida en la ciénaga de la ignorancia. Es desde estas líneas QQ.·.HH.·. que os impelo a que seamos candil, luz entre las tinieblas, estrella vespertina en el horizonte con Fe en ese futuro, en el que estoy convencido jugamos un papel fundamental


Feliz Solsticio mis QQ.·.HH.·.


He Dicho

Fdo: 

H.·. Alex Gonzalez

M.·.M.·. de RF y REAA

VªOrd.·. Gr.·.9 y ultimo de RF

Gr.·.33 y último de REAA

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