La Prudencia

Es una virtud del comportamiento. El prudente predice lo que podría pasarle si no está alerta.

Esta virtud puede considerarse como una acción de "autodefensa" porque la Prudencia es un atributo de defensa.

Predecir un acontecimiento o evento no significa premonición.

Si comienza un viaje en automóvil, si no se da cuenta de cómo está de combustible antes de partir, inevitablemente se quedará sin motor, y no le servirá de nada culpar a nadie, porque fue usted el único responsable de no ser prudente.

En nuestros días, de tanta confusión social y familiar, en este mundo tan complicado, quien no es prudente pronto sucumbirá.

La prudencia es necesaria en todas las circunstancias y es parte de un conjunto de requisitos y exigencias tales como previsión, pronósticos, conocimiento, investigación, etc.

La parábola de las vírgenes imprudentes ha sido la advertencia clásica para todos; por tanto, hace dos mil años, la humanidad ha seguido el consejo del divino Maestro.

El imprudente perderá la oportunidad que espera.

La Masonería cultiva virtudes, y en el amplio haz está la Prudencia, que es sinónimo de precaución, alerta, vigilancia y todo lo demás.

El Masón Prudente guarda los secretos de la Institución y, por lo tanto, evitará las profanaciones y blasfemias. La Prudencia no "apoya" solo a la primera persona, sino que protege a todo el grupo.

Breviário Maçônico / Rizzardo da Camino, - 6. Ed. – São Paulo. Madras, 2014, p. 315.