El Esoterismo y el Piso Damero en el Cuadro de Aprendiz

 

 Cuando observamos el cuadro de aprendiz por primera vez solo podemos observar pocas cosas, es caótico, herramientas desordenadas, un montón de objetos que, ante nuestro desconocimiento, no tienen significado aparente, en pocas palabras por nuestra escasa o nula instrucción todavía no se nos revelan, es el más claro ejemplo de cuan ciegos podemos ser ante nuestra ignorancia.

La primera definición por diccionario sobre esoterismo dice:

“Cualidad de lo que está oculto a los sentidos y a la ciencia o es difícil de entender.”

Otra definición dice:

“Por lo general el esoterismo alude a un conjunto de prácticas, rituales y conocimientos que son secretos y que solamente se comparten y transmiten entre una minoría. ... Quienes no forman parte de ese grupo, carecen de acceso a lo esotérico u oculto.”

Ahora bien, tenemos estos dos elementos, el cuadro de aprendiz por un lado y ya sabemos lo que por definición es esotérico.

¿Entonces, estos conocimientos se encuentran ocultos?

A nuestro humilde entender… No, ya que se encuentran a la vista de todo el mundo profano… Que lo quiera ver.

Es decir, a medida que empezamos a estudiar el cuadro y el significado de las herramientas de grado, es cuando nos damos cuenta de su significado, al igual que un libro abierto lleno de páginas cargadas de información, la cual puede ser muy útil o vana, dependiendo de nuestro interés y nuestros conocimientos para hacer uso de ella.

A medida que nos vamos adentrando en los secretos esotéricos u ocultos a los ojos profanos, solo con el conocimiento adquirido y la actitud correcta es que se nos van develando los significados.

Cada día que pasa veo y repaso el cuadro de aprendiz. Entre las cosas que más llamaron mi atención en los últimos días, me encuentro una extraña sensación al observar el piso… ese tablero de damas, un piso de mosaicos blancos y negros, el yin y el yang, el día y la noche, lo bueno y lo malo, etc., de repente veo tantas dualidades, y me pongo a pensar, me trae a colación una reflexión reciente sobre el Ego, ese equilibrio que debemos alcanzar para mantener nuestro amor propio en balance.

Creo que debemos entender la dualidad (Como lo menciona Lao Tse) como todo lo que está presente en todo lo que existe. El día y la noche, el hombre y la mujer, la vida y la muerte, etc. Se trata de dos estados opuestos que no están en contradicción, sino que se complementan y dependen el uno del otro. Lo uno no quiere imponerse sobre lo otro, sino que coexiste en equilibrio con él. Algo así como opuestos complementarios.

A medida que empezamos a investigar, la definición de dualidad a la cual hace referencia el piso del templo, en patrón de damero se vuelve demasiado amplio, y hasta le podemos dar el grado de complejidad que querríamos, por ejemplo:

Sabemos que la vida está llena de dualidades, no solo el blanco y negro, Según las enseñanzas herméticas, existe un arriba y un abajo, existen dos polos, etc.

En nuestra naturaleza nos encontramos con dos aspectos opuestos, lo físico y lo espiritual, claramente en lo físico nos estamos refiriendo a todo lo material y a lo que respecta a nuestro cuerpo y a las necesidades carnales, las cuales muchas veces se contraponen a nuestra parte espiritual.

Día a día, nos enfrentamos a distintas situaciones en las cuales siempre tenemos que realizar elecciones muchas de ellas son antagónicas.

Es por todo lo descripto que podemos entender la importancia que tiene el esoterismo en nuestro estudio, al permitirnos develar en la justa medida las distintas herramientas que nos ayudarán a formarnos, a ir tallando y puliendo nuestra roca espiritual y moral, para que pueda calzar en forma precisa en el gran muro del Templo Universal.