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Vivir de Manera Masónica





Desde el momento de la aparición del Hombre en la Tierra, ha existido la necesidad de un servicio humanitario, un servicio fraterno que pueda beneficiar a todos los seres humanos.

Hoy, en todos los países civilizados del mundo, el bien social del individuo se ha convertido en una preocupación mundial.

La masonería con su historia, tradición y las lecciones administradas en sus diversos grados, satisface esta necesidad.

Cada persona viene a este planeta con un propósito. Como masones, tenemos una misión que cumplir.

Somos conscientes de que nuestra vida es por un tiempo limitado, y es nuestro deber y responsabilidad completar esta misión en ese período de tiempo.

Como masones proyectamos a diario una imagen sobre las personas que están en contacto con nosotros y las influenciamos.

La Fraternidad Masónica se basa en la roca de la dignidad humana.

Este es el concepto básico de todas las lecciones en todos los Rituales de la Orden.

El principio fundamental de la Fraternidad es que cada hombre es individual y debe ser tratado como tal.

En cada hombre hay una o más cualidades que merecen respeto.

La teoría de la Masonería Especulativa es que el mayor esfuerzo debe dirigirse hacia el desarrollo del carácter y el mejoramiento de la vida mental, espiritual, ética y moral del Trabajador.

Esta teoría es sensacional y eterna, pero hay que compartirla o dejará de fluir.

De esta manera, los líderes masónicos dedicados pueden eliminar esta teoría y hacer un gran servicio a la humanidad.

El mundo está listo y esperándolo.

Será un remedio para el virus de la ilegalidad y la corrupción que hoy afecta a todo el cuerpo de la humanidad.

La masonería no es para nadie.

Guardamos muy bien nuestros portales y aceptamos solo aquellos que creemos que agregarán más vigor.

Tanto los pobres como los ricos, llaman a nuestras puertas y son admitidos, porque hemos aprendido que "la vida de un hombre no consiste en la abundancia de las cosas que tiene".

La masonería elige a los hombres buenos, los educa y los prepara para actuar en la vida profana, con la intención de construir una sociedad nueva y mejor, un monumento que crecerá en perfección con los años y constituirá un crecimiento legal para el futuro.

Nuestra caridad no se valora completamente en términos de dinero corriente.

La caridad nace del corazón del individuo y es una de las grandes lecciones que se enseñan en todos los niveles de la Orden.

Como masones, es nuestro deber practicar con atención todos los días de nuestra vida, no solo para los miembros de nuestra gran Fraternidad, sino para todos, sin distinción.

Nuestra Orden es educativa y caritativa, cuya estructura se deriva de los constructores medievales de las grandes catedrales.

Con conocimiento y habilidad, erigieron las superestructuras que asombraron a todos.

Como constructores de mejores hombres en esta era de conflicto y confusión, que está trastornando al mundo de hoy, podemos hacer de la masonería una forma de vida y una contribución más valiosa para todos.

Entonces, ¿qué ha inspirado a hombres de todo tipo, presidentes de países, grandes industrias, grandes instituciones educativas, comerciantes, liberales, investigadores y gente sencilla como usted y yo, durante los últimos trescientos años, a dar su tiempo y talento para promover esto? Orden antigua?

Es la elevación moral y espiritual que recibimos al hacer algo que vale la pena.

Es la satisfacción de un trabajo fructífero entre nosotros, codo con codo, como miembros de la Fraternidad más antigua del mundo.

Es el acuerdo de la necesidad de servir a la humanidad, al estado y al país donde vivimos - y lo más importante de todo, es ese espíritu fraterno, lleno de amor y cariño que nos une y cimenta, como piedras vivas, para la construcción. del Gran Templo.

(Este artículo se basó y fue adaptado de los discursos de M.W. Bro Roger White en Maine Stores, EE. UU.)

Alfério Di Giaimo M. '. M.'.






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